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¿Te sientes siempre con cansancio?

El cansancio excesivo y sin motivo aparente es la luz roja que debe avisarte de que, posiblemente, sufras hipotiroidismo.

A veces puede confundirse con fatiga crónica o fibrobromialgia, pero ante la duda acude al médico y solicita una analítica para comprobar si los niveles de hormonas tiroideas son normales.
Si están por debajo, el metabolismo muscular falla, y eso quiere decir que tus músculos no toman o no asimilan el alimento necesario de la sangre, por eso te sientes con cansancio constante.

¿Sientes apatía y desinterés por todo?

En la fase inicial del hipotiroidismo el síntoma más habitual es el cansancio porque a tus músculos no les llega o no asimilan el alimento que necesitan… Pero cuando la enfermedad avanza queda afectado también el sistema nervioso central, por eso puedes notarte desganado, apático y depresivo.
Y conforme avanza el trastorno adviertes que baja el rendimiento intelectual y la capacidad de aprendizaje.

¿Tienes calambres y te notas torpe?

Es una consecuencia más de que tus músculos, al faltarles hormonas tiroideas, no rinden bien. Por eso estás más torpe, También sufres más contracturas musculares (afectan sobre todo a la zona cervical, pero pueden notarse en otros puntos de la columna), calambres y contracciones fibrilares (como si el músculo temblara por dentro) que no duelen pero son molestos.

¿Notas la piel más envejecida?

El hipotiroidismo ralentiza el funcionamiento de todos los órganos y la piel no queda al margen

La dermis está mal nutrida porque la sangre le llega con dificultad, con lo que la piel pierde frescura, es más gruesa, se descama, también te notas más hinchada (eso afecta a las piernas), con menos brillo en los ojos.

Además, tu rostro tiene un tono «pajizo», que es diferente a la palidez de la anemia.

¿Tienes el pelo y las uñas más débiles?

Si hay problemas en la dermis, la raíz del pelo (que se encuentra en esta capa profunda de la piel) está mal irrigada.

Por eso en la fase inicial del hipotiroidismo puedes notar el cabello más seco y quebradizo.

En etapas más avanzadas el pelo se cae mucho, prácticamente a mechones.

También puedes observar que tus uñas crecen menos y se rompen con facilidad.

¿Ganas peso sin motivo?

«Me engorda hasta el aire» es una expresión típica de las personas que sufren hipotiroidismo.

En estos casos, el metabolismo va a cámara lenta y a las células les cuesta mucho trasformar las calorías en energía.

¿Sufres estreñimiento?

Si la tiroides trabaja a pocas revoluciones es normal que te cueste ir al baño.

Como ya hemos dicho, las hormonas que segrega esta glándula afectan al funcionamiento de muchos órganos, entre ellos el intestino.

Si este no tiene energía para realizar los llamados movimientos peristálticos (que provocan la bajada y posterior evacuación de las heces) sufriras estreñimiento.

Enfermedades de las Tiroides.

Tal y como hemos visto, los fallos tiroideos pueden generar muchos síntomas. Informa a tu médico si sufres alguno de ellos pero ten en cuenta que solo se puede llegar a un diagnóstico tras realizar una analítica. Intenta recordar desde cuándo sientes estos síntomas.

Además de todo esto, ten en cuenta que las alteraciones de la glándula tiroides pueden dividirse en dos categorías: hipotiroidismo e hipertiroidismo.

1. Hipertiroidismo

El hipertiroidismo ocurre cuando la tiroides está “acelerada”, es decir, que el problema está en que trabaja en exceso. Lo más habitual es que el hipertiroidismo tenga su origen en un trastorno autoinmune, la enfermedad de Graves (que es más común en la mujer).

En este caso, el organismo genera anticuerpos contra el TSH, la hormona que estimula o inhibe la función del tiroides, y eso hace que la glándula pierda el control y empiece a producir hormonas en grandes cantidades. Al hacerlo, la tiroides requiere más riego y por ello tiende también a agrandarse.

2. Hipotiroidismo

El hipotiroidismo ocurre cuando, por alguna razón, esta glándula deja de trabajar a pleno rendimiento y como consecuencia no libera suficientes hormonas tiroideas al organismo. Se trata de la alteración más habitual de la tiroides.

Los motivos de que esto ocurra son diversos. A veces el organismo no reconoce este tejido y, como si de un cuerpo extraño se tratase, el sistema inmune genera anticuerpos para destruirlo; a esta alteración se la conoce como tiroiditis de Hashimoto.

Cuando aparece esta enfermedad, la tiroides se va deteriorando lentamente y cada vez produce menos hormonas. Por otro lado, pueden pasar años hasta que la enfermedad se hace patente.

El desgaste de la tiroides puede hacer que los síntomas tarden en aparecer

Además, las dietas con déficit de yodo influyen, ya que este elemento químico es primordial para la producción de hormonas tiroideas y, a pesar de que debe encontrarse en un nivel adecuado en el organismo, no se produce de forma natural por tu cuerpo, y por eso debes obtenerlo a través de los alimentos.