El concepto de intolerancia alimentaria muchas veces se emplea de manera incorrecta para referirse a cualquier tipo de reacción adversa a un alimento. Sin embargo, no todas ellas lo son.
Distinguimos dos tipos de reacciones adversas a alimentos: tóxicas y no tóxicas:
- Reacciones tóxicas: afectan por igual a cualquier persona, cuando ingiere una cantidad determinada de una sustancia tóxica. Un ejemplo sería el consumo de un alimento con toxinas bacterianas. Este tipo de reacciones adversas a alimentos no son ni intolerancias ni alergias.
- Reacciones no tóxicas: no afectan a todas las personas por igual, ya que dependen de la predisposición de cada individuo para desarrollar el cuadro clínico propio de cada tipo de reacción. Dentro de este tipo de reacciones adversas a alimentos, se engloban tanto las alergias como las intolerancias.
¿Cuál es la diferencia entre ellas? Pues que en las primeras intervienen mecanismos inmunológicos y en las segundas no. Esto quiere decir que las alergias están provocadas por la reacción del sistema inmunológico a una sustancia concreta que, en la mayoría de las personas, no provoca ese tipo de respuesta adversa.
El sistema inmunológico sirve para defender nuestro cuerpo de los gérmenes, sin embargo, a veces se confunde -por explicarlo de forma sencilla- y reacciona ante sustancias que no son nocivas, como ocurre en el caso de las alergias.
Ahora que ya conoces estos conceptos básicos, vamos a ver al detalle en qué consisten tanto las alergias, como las intolerancias alimentarias.
Las alergias alimentarias: tipos y pruebas para detectarlas
Como acabamos de ver, las alergias alimentarias son reacciones adversas no tóxicas a alimentos, provocadas por una reacción del sistema inmunológica a una sustancia concreta.
Distinguimos dos tipos de alergias alimentarias:
- Las reacciones alérgicas alimentarias: se producen debido a una respuesta alterada del sistema inmunológico al consumo de un alimento concreto. Desencadena un proceso inmunológico complejo mediado por inmunoglobulinas E (IgE) específicas frente a la proteína del alimento, que produce una reacción causa-efecto inmediata tras entrar en contacto con el alérgeno.
- Las reacciones de hipersensibilidad alimentaria: están mediadas por anticuerpos IgG. En muchas ocasiones estas se definen erróneamente como intolerancias alimentarias. Estas reacciones no presentan una clara relación causa-efecto y la clínica es muy diversa, moderada y de tipo crónico, lo que en muchas ocasiones dificulta su diagnóstico.