(071) 201 002

Monseñor Wiessen esquina Independencia - Encarnación - Paraguay

info@atalab.com.py

La influenza se conoce comúnmente como gripe, pero no es lo mismo que los virus de la “gripe” del estómago que causan diarrea y vómitos. La influenza es diferente al resfriado.

Las personas con mayor riesgo de padecer complicaciones debido a la gripe incluyen:

Aunque la vacuna anual contra la influenza no es cien por ciento efectiva, sigue siendo la mejor defensa contra la gripe.

Síntomas

Inicialmente, la gripe puede parecer un resfriado común con secreción nasal, estornudos y dolor de garganta. Pero los resfriados generalmente se manifiestan lentamente, mientras que la gripe tiende a aparecer repentinamente. Y aunque un resfriado puede molesto, generalmente la sensación es mucho peor con la gripe.

Los signos y los síntomas comunes de la gripe incluyen:

¿Cuándo debes consultar con un médico?

La mayoría de las personas que contraen gripe pueden tratarse en sus hogares y, a menudo, no necesitan consultar a un médico.

Si tienes síntomas de gripe y si existe riesgo de complicaciones, consulta a tu médico de inmediato. Tomar medicamentos antivirales dentro de las primeras 48 horas después de la primera vez que notes los síntomas puede reducir la duración de la enfermedad y ayudar a prevenir problemas más graves.

Causas

Los virus de la gripe viajan en el aire en gotas cuando alguien con la infección tose, estornuda o habla. Puedes inhalar las gotas directamente o puedes entrar en contacto con los gérmenes que están en un objeto, como un teléfono o el teclado de una computadora, y luego transferirlos a los ojos, la nariz o la boca.

Las personas que tienen el virus pueden contagiar desde algunos días antes de que aparezcan los primeros síntomas hasta alrededor de cinco días después de que hayan comenzado. Los niños y las personas con sistemas inmunitarios debilitados pueden contagiar por un período de tiempo ligeramente mayor.

Los virus de la influenza están cambiando constantemente, y aparecen nuevas cepas de manera regular.

Si has tenido influenza antes, tu cuerpo ya ha generado anticuerpos para combatir esa cepa particular del virus. Si los virus de influenza son similares a los que te has expuesto antes, ya sea por haber tenido la enfermedad o haberte vacunado, esos anticuerpos pueden prevenir la infección y disminuir su gravedad.

Sin embargo, los anticuerpos contra los virus de la gripe a los que te has expuesto en el pasado no pueden protegerte de los nuevos subtipos de influenza, ya que pueden ser muy diferentes inmunológicamente a los que has tenido previamente.

Factores de riesgo

Algunos factores que pueden incrementar el riesgo de desarrollar influenza o sus complicaciones son los siguientes:

Complicaciones

Si eres joven y sano, la influenza estacional no suele ser grave. Aunque puedes sentirte miserable mientras se desarrolla, la gripe suele desaparecer en una semana o dos sin efectos permanentes. No obstante, los niños y los adultos con alto riesgo pueden desarrollar complicaciones como las siguientes:

La neumonía es la complicación más grave. Para los adultos mayores y las personas con enfermedades crónicas, la neumonía puede ser mortal.

Prevención

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) recomiendan la vacunación anual contra la gripe para todas las personas a partir de los 6 meses de vida.

La vacuna contra la gripe estacional de cada año brinda protección contra los tres o cuatro virus de la influenza que se prevé que serán más frecuentes durante la temporada de gripe de ese año. Este año, la vacuna estará disponible como inyección y aerosol nasal.

El aerosol nasal no ha estado disponible durante dos años debido a las dudas sobre su eficacia. Según los CDC, se espera que la versión actual sea eficaz. No obstante, el aerosol nasal no se recomienda para algunos grupos, como mujeres embarazadas, niños de entre 2 y 4 años con asma o sibilancias y personas que tienen sistemas inmunitarios comprometidos.

La mayoría de los tipos de vacunas contra la gripe contiene una pequeña cantidad de proteína del huevo. Si tienes alergia leve al huevo, por ejemplo, solo te aparecen ronchas si comes huevo, puedes aplicarte la vacuna contra la gripe sin ninguna precaución adicional. Si tienes alergia grave al huevo, debes vacunarte en un entorno médico y estar supervisado por un médico que pueda reconocer y controlar trastornos alérgicos graves.

Fuente: https://www.mayoclinic.org