La influenza se conoce comúnmente como gripe, pero no es lo mismo que los virus de la “gripe” del estómago que causan diarrea y vómitos. La influenza es diferente al resfriado.
Las personas con mayor riesgo de padecer complicaciones debido a la gripe incluyen:
- Niños menores de 5 años, y especialmente los menores de 2 años.
- Adultos mayores de 65 años.
- Residentes de casas de reposo y otras instalaciones de cuidado a largo plazo.
- Mujeres embarazadas y mujeres en un período de hasta dos semanas después del parto.
- Personas con sistemas inmunitarios debilitados.
- Personas que padecen enfermedades crónicas, como asma, enfermedades cardíacas, enfermedades renales, enfermedades hepáticas y diabetes.
- Personas muy obesas, con un índice de masa corporal (IMC) de 40 o más
Aunque la vacuna anual contra la influenza no es cien por ciento efectiva, sigue siendo la mejor defensa contra la gripe.
Síntomas
Inicialmente, la gripe puede parecer un resfriado común con secreción nasal, estornudos y dolor de garganta. Pero los resfriados generalmente se manifiestan lentamente, mientras que la gripe tiende a aparecer repentinamente. Y aunque un resfriado puede molesto, generalmente la sensación es mucho peor con la gripe.
Los signos y los síntomas comunes de la gripe incluyen:
- Fiebre por encima de los 100,4 °F (38 °C)
- Dolor muscular
- Escalofríos y sudores
- Dolor de cabeza
- Tos seca y persistente
- Fatiga y debilidad
- Congestión nasal
- Dolor de garganta
¿Cuándo debes consultar con un médico?
La mayoría de las personas que contraen gripe pueden tratarse en sus hogares y, a menudo, no necesitan consultar a un médico.
Si tienes síntomas de gripe y si existe riesgo de complicaciones, consulta a tu médico de inmediato. Tomar medicamentos antivirales dentro de las primeras 48 horas después de la primera vez que notes los síntomas puede reducir la duración de la enfermedad y ayudar a prevenir problemas más graves.
Causas
Los virus de la gripe viajan en el aire en gotas cuando alguien con la infección tose, estornuda o habla. Puedes inhalar las gotas directamente o puedes entrar en contacto con los gérmenes que están en un objeto, como un teléfono o el teclado de una computadora, y luego transferirlos a los ojos, la nariz o la boca.
Las personas que tienen el virus pueden contagiar desde algunos días antes de que aparezcan los primeros síntomas hasta alrededor de cinco días después de que hayan comenzado. Los niños y las personas con sistemas inmunitarios debilitados pueden contagiar por un período de tiempo ligeramente mayor.
Los virus de la influenza están cambiando constantemente, y aparecen nuevas cepas de manera regular.
Si has tenido influenza antes, tu cuerpo ya ha generado anticuerpos para combatir esa cepa particular del virus. Si los virus de influenza son similares a los que te has expuesto antes, ya sea por haber tenido la enfermedad o haberte vacunado, esos anticuerpos pueden prevenir la infección y disminuir su gravedad.
Sin embargo, los anticuerpos contra los virus de la gripe a los que te has expuesto en el pasado no pueden protegerte de los nuevos subtipos de influenza, ya que pueden ser muy diferentes inmunológicamente a los que has tenido previamente.
Factores de riesgo
Algunos factores que pueden incrementar el riesgo de desarrollar influenza o sus complicaciones son los siguientes:
- La edad.La influenza estacional suele afectar a niños pequeños y a adultos mayores.
- Condiciones de vida y de trabajo.Las personas que viven o trabajan en lugares con muchos residentes, como casas de reposo o cuarteles militares, son más propensas a desarrollar influenza.
- Sistema inmunitario debilitado.Los tratamientos oncológicos, los medicamentos contra el rechazo, los corticosteroides y el VIH/SIDA pueden debilitar tu sistema inmunitario. Esto puede hacer que sea más fácil para ti contraer influenza y también puede aumentar el riesgo de sufrir complicaciones.
- Enfermedades crónicas.Enfermedades crónicas, como asma, diabetes o problemas cardíacos, pueden aumentar el riesgo de sufrir complicaciones de la influenza.
- Las mujeres embarazadas son más propensas a desarrollar complicaciones de la influenza, particularmente en el segundo y tercer trimestre. Las mujeres que se encuentran dentro de las dos semanas como máximo en el período posparto son más propensas a tener complicaciones relacionadas con la influenza.
- Las personas con un índice de masa corporal de 40 o más tienen un riesgo mayor de sufrir complicaciones de la gripe.
Complicaciones
Si eres joven y sano, la influenza estacional no suele ser grave. Aunque puedes sentirte miserable mientras se desarrolla, la gripe suele desaparecer en una semana o dos sin efectos permanentes. No obstante, los niños y los adultos con alto riesgo pueden desarrollar complicaciones como las siguientes:
- Neumonía
- Bronquitis
- Brotes de asma
- Problemas cardíacos
- Infección de los oídos
La neumonía es la complicación más grave. Para los adultos mayores y las personas con enfermedades crónicas, la neumonía puede ser mortal.
Prevención
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) recomiendan la vacunación anual contra la gripe para todas las personas a partir de los 6 meses de vida.
La vacuna contra la gripe estacional de cada año brinda protección contra los tres o cuatro virus de la influenza que se prevé que serán más frecuentes durante la temporada de gripe de ese año. Este año, la vacuna estará disponible como inyección y aerosol nasal.
El aerosol nasal no ha estado disponible durante dos años debido a las dudas sobre su eficacia. Según los CDC, se espera que la versión actual sea eficaz. No obstante, el aerosol nasal no se recomienda para algunos grupos, como mujeres embarazadas, niños de entre 2 y 4 años con asma o sibilancias y personas que tienen sistemas inmunitarios comprometidos.
La mayoría de los tipos de vacunas contra la gripe contiene una pequeña cantidad de proteína del huevo. Si tienes alergia leve al huevo, por ejemplo, solo te aparecen ronchas si comes huevo, puedes aplicarte la vacuna contra la gripe sin ninguna precaución adicional. Si tienes alergia grave al huevo, debes vacunarte en un entorno médico y estar supervisado por un médico que pueda reconocer y controlar trastornos alérgicos graves.
Fuente: https://www.mayoclinic.org